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Estudiantes chilenos protagonizan una marcha de cacerolas, el jueves pasado en Santiago. - Ap Agencia
Tres estudiantes secundarios en huelga de hambre hace un mes, dejaron de ingerir líquidos y se convirtieron en una presión adicional para el presidente de Chile, Sebastián Piñera, cuyo Gobierno está atrapado en manifestaciones estudiantiles hace tres meses.
Los estudiantes han realizado marchas multitudinarias, ocupan sedes universitarias, colegios, sostienen un paro hace tres meses, cuentan con un abrumador apoyo ciudadano, según diversas encuestas, aunque una parte de la opinión pública desea que, simultáneamente a las conversaciones, se reanuden las clases.
Hace un mes ocho estudiantes de la localidad agrícola de Buin, en la salida sur de Santiago, iniciaron una huelga de hambre, a la que se fueron sumando otra treintena. Tres de los huelguistas, de entre 16 y 18 años, iniciales dejaron e ingerir líquidos el lunes.
"En estas huelgas de hambre en serio, después de un período de aproximadamente un mes, las cosas comienzan a ponerse peligrosas", comentó ayer el ministro de Salud, Jaime Mañalich, en entrevista con radio ADN.
Precisó que "se atrofia masa muscular, bajan las defensas, y estos jóvenes están expuestos a cualquier complicación, sobre todo infecciosa".
Los estudiantes exigen, principalmente, que el derecho a una educación de calidad se integre a la Constitución, el fin al lucro, educación gratuita y desmunicipalización de los colegios.
El movimiento estudiantil también impactó fuerte al Poder Legislativo, cuya invitación a dialogar en una mesa tripartita, fue rechazada por los jóvenes, que exigen garantías previas del Ejecutivo de que se avanzará en sus demandas.
Camila Vallejo, vocera universitaria, dijo el viernes pasado que la invitación del Congreso, "se invalida en cuanto el Gobierno no tiene un pronunciamiento ante nuestras demandas, por tanto no nos da ninguna garantía".
Otro vocero, Giorgio Jackson, ayer fue menos tajante al declarar a radio Cooperativa, que puede ser útil para resolver la crisis que "el Gobierno se pronuncie y diga si efectivamente va a avanzar en lo que son las reivindicaciones estudiantiles y ciudadanas".
Piden permiso para marchar
La Confederación de Estudiantes de Chile y el Colegio de Profesores solicitaron a la Intendencia (Gobernación) Metropolitana de Santiago su autorización para marchar nuevamente mañana en demanda de una educación pública, gratuita y de calidad.
El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, aseguró que la intención de los organizadores es movilizarse desde la tradicional Plaza Italia, marchar por la Alameda, hasta la plaza Los Héroes, a unas tres manzanas del Palacio de La Moneda.
Gajardo indicó que esperan reunirse este miércoles con la intendenta Cecilia Pérez, quien deberá decidir si acepta o no el trazado solicitado.
Pérez, ya reconoció que le tiene "mucho temor a las marchas el día de semana, no sólo porque altera el orden público, sino porque tras ellas se resguardan encapuchados y delincuentes".
Los estudiantes iniciaron las movilizaciones a mediados de mayo para exigir que el Gobierno vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse con la educación y que se garantice en la Constitución el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad.