Divergences Revue libertaire en ligne
Slogan du site
Descriptif du site
Cuba Libertaria
Cuba : Puntualizaciones sobre Chomsky, los Castro, Chávez…
Artículo puesto en línea el 16 de marzo de 2010
última modificación el 26 de enero de 2010

Mi artículo “Chomsky en bufón de Chávez”, publicado primero en el Boletín CUBA libertaria
y reproducido luego en inglés, francés, italiano y alemán en diferentes web, no ha sido del agrado de
cuantos siguen viendo en los Castro, Chávez, etc., los adalides del socialismo y del antiimperialismo
de hoy en día. Y ello pese a las evidencias cada vez más obvias de lo que realmente son el “socia-
lismo” y el “antiimperialismo” de esos histriónicos caudillos populistas.

Por supuesto que era de esperar estas reacciones; pues no hay mayor ceguera que la produ-
cida por la adhesión a hombres providenciales. La historia está llena de casos paradigmáticos de
cegueras colectivas de este tipo: el de los Hitler, Mussolini, Stalin, Mao, Perón y Evita, por no remon-
tar muy lejos. Cegueras colectivas que sólo la historia y el cambio generacional disiparon. No seré
pues yo quien intente devolver la visión a quienes no quieren ver. El tiempo, la historia les obligará a
ello, aunque… tampoco se puede afirmar de manera categórica; pues es suficiente con ver a los
admiradores del “socialismo real” que aún quedan por ahí. Y ello pese al derrumbe del muro de
Berlín, al “capital-comunismo” chino, etc.

Lo que no me esperaba, lo sorprendente, ha sido una cierta crítica… Una “crítica” que no cues-
tiona el fondo de mi reacción, ante la bufonada de Chomsky, sino la forma… Pues, en cuanto al fondo,
esta “crítica” reconoce que esos líderes, “los Castro, Chávez, Lula y Morales”, constituyen “una mez-
colanza seudo izquierdista”, además de ser “sedicentes antiimperialistas”. Una “crítica” sorprenden-
te…No sólo por este reconocimiento y por desear “una sociedad sin explotación social” y “sin tutela
de ninguna minoría encima de las masas y sin el control de éstas”, sino porque hace suya la visión
socialdemócrata de la “necesidad de los trabajadores de ampliar la superficie de la jaula en que esta-
mos”. Ampliar en vez de destruirla. Y ello justificado porque Chomsky dijo en noviembre de 1996, a
los estudiantes de Historia de la Universidad de Sào Paulo, que “la disminución del Estado mengua
el espacio en que se puede ejercer la influencia pública” y que esto “no es un objetivo anarquista”.
Un Chomsky presentado como un encomiable “compañero de viaje” del anarquismo, aunque también
se nos insiste en no olvidar que “Chomsky no está afiliado a un grupo anarquista, si bien está cerca
de los IWWW de los EE. UU.”

Es pues esta sorprendente profesión de fe socialdemócrata, la que se nos aconseja asumir
desde curiosos planteamientos “anarquistas”, la misma que me incita a hacer unas puntualizaciones
sobre Chomsky, los Castros, Chávez, etc. No sólo por lo cuestionable de la justificación chomskyana
del Estado sino también por lo que esa “crítica” pretende justificar realmente con ella: el silencio fren-
te a conductas que están contribuyendo hoy, como las similares de ayer, a castrar las aspiraciones
revolucionarias de las masas explotadas y a desacreditar la idea misma de socialismo como proyec-
to social emancipador. Conductas que aplican a la letra eso de “ampliar la superficie de la jaula” y de
hacer del Estado el eje de la vida pública, con el resultado que ellas dieron en el pasado y que están
dando en el presente, y que cada uno juzgará en función de su conciencia social y política.
En consecuencia, y por parecerme obvio, mis puntualizaciones se centrarán en la responsabi-
lidad del hacerse cómplice de este silencio. Por supuesto, la responsabilidad de Chomsky por no
denunciar hoy estas conductas, las mismas que ayer denunció en contextos inclusive más revolucio-
narios, y también nuestra propia responsabilidad, en tanto que anarquistas, si por miedo a “herir a los
trabajadores, sobre todo latinoamericanos, que mantienen cierta confianza en direcciones y líderes
que nos parecen ni fiables ni serios”, nos callamos y no decimos lo que pensamos sobre ese popu-
lismo pretendidamente revolucionario. Lo que piensan y dicen ya, con valentía y honestidad que les
honra, numerosos marxistas no dogmáticos en el mundo entero y en la propia Cuba y Venezuela.