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Mujeres Creando, feminismo de luchas concretas
Artículo puesto en línea el 15 de septiembre de 2009
última modificación el 29 de agosto de 2009

Las cumpas de Mujeres Creando acaban de publicar, calientito caliento, su nueva travesura: un libro de 180 páginas con sus grafitis que hicieron en toda Bolivia e incluso fuera de nuestras fronteras, porque las injusticias contra las mujeres aquí o acullá son las mismas. El libro se titula: Mujeres grafiteando… más, idea de María Galindo. Felicidades a ella, a ellas y a todos quienes están impulsando día a día este locura de gritarnos a través de las paredes verdades que aún incomoda a esta sociedad boliviana. Compartimos el siguiente texto que da inicio a la nueva wawita de las Creando.

Recorrer las calles de la ciudad de La Paz es hacer también un recorrido por la historia de Mujeres Creando, un movimiento feminista anarquista que ha utilizado el graffiti y la creatividad como sus instrumentos de lucha y ha hecho de la calle su escenario principal. “Mujer que se organiza no plancha más camisas”, “Porque Evo no sabe ser padre, no entiende lo que es ser madre”, son algunos de sus graffiti.

No se consideran artistas, sino “agitadoras callejeras”. El grupo es un referente social en Bolivia, es un referente de rebeldía e interpelación al sistema patriarcal y a la violencia en todas sus expresiones desde hace más de 15 años.

Interpelaron a los gobiernos neoliberales que sumieron a la población en la pobreza y el desempleo, y, como consecuencia, generaron la emigración masiva hacia Argentina y España, especialmente de mujeres. Son las “exiliadas del neoliberalismo”, como las denomina María Galindo, integrante fundadora del movimiento.

Denunciaron y cuestionaron a mujeres que se decían feministas, pero que fueron absorbidas por el aparato estatal para convertirlas en funcionales tecnócratas de género y en “oenegistas” que lucraron con la pobreza y cooptaron a mujeres de diferentes sectores para hacerlas sumisas beneficiarias. “El neoliberalismo ahora se disfraza de mujeres angurrientas de poder”, escribieron entonces en las paredes.

Interpelan ahora al gobierno de Evo Morales de quien dicen ha dejando que se desmoronen todas las expectativas de un verdadero cambio social en Bolivia. La Asamblea Constituyente fue una conquista de la revuelta popular de octubre de 2003. Sin embargo, la nueva Constitución Política del Estado, dictada desde el Palacio de Gobierno, frustró las esperanzas.

El patriarcado, representado por instituciones como la Iglesia y las Fuerzas Armadas, está intacto. Para las mujeres no hay soberanía sobre sus cuerpos ni tampoco se ha recuperado la maternidad, dos propuestas, entre muchas, de Mujeres Creando a la Asamblea Constituyente. Por eso escribieron en las paredes “No saldrá Eva de la costilla de Evo”.

“Indias, putas y lesbianas, juntas, revueltas y hermanadas”

La propuesta política de Mujeres Creando, estampada en las paredes, ha transgredido todas las imposiciones y convencionalismos del sistema: la organización se basa en la heterogeneidad, la autonomía respecto de todo tipo de expresión de poder, integración de lo público con lo privado, el trabajo intelectual a la par del trabajo manual y la creatividad. Todo esto se concreta en luchas concretas que día a día se ven a su casa autogestionaria La Virgen de los Deseos.

El movimiento se caracteriza por haber construido relaciones insospechadas e insólitas entre diferentes, y haber generado así un amplio tejido de solidaridades, de identidades y de compromisos. Esto, en sí mismo, ha cuestionado a las típicas organizaciones entre iguales. Sus integrantes son lesbianas y heterosexuales; casadas, divorciadas y solteras; estudiantes y profesionales; indias y cholas; viejas y jóvenes, trabajadoras del hogar y mujeres en situación de prostitución. Su apuesta es construir un sujeto social desde las mujeres que interpele al poder en todos y desde todos los ámbitos.

El movimiento nació en 1992 como Comunidad Creando, en un barrio de la periferia de la ciudad de La Paz; ese mismo año se convirtió en Mujeres Creando con una propuesta de feminismo no racista que cuestionaba a una élite de mujeres privilegiadas que separaba lo público y privado, y el trabajo manual del trabajo intelectual. Interpelaron también a la izquierda en la que militaron las primeras tres integrantes del grupo y que colocaba a las mujeres en una posición de objeto, y recuperaron más bien el anarquismo practicado por hombres y mujeres bolivianas a inicios del siglo 20.

Desde sus inicios, el grupo participó de los encuentros feministas internacionales donde se nutrió de diferentes vertientes del feminismo y así pudo ir construyendo su identidad ideológica con el aporte de todas.

“Desobediencia, por tu culpa voy a ser feliz”

La fuerza social de Mujeres Creando se puede ver en tres momentos de su historia. En 1997, una huelga de hambre instalada por el movimiento feminista fue decisiva para la liberación de la mexicana Raquel Gutiérrez, encarcelada sin sentencia durante cinco años por alzamiento armado. Con ese antecedente jurídico, 15 días después fueron puestos en libertad todos los presos y presas acusados de subversión que sufrían retardación de justicia, entre ellos se encontraba el actual vicepresidente de la República, Álvaro García Linera.

En 2001, coordinó una movilización de más de 100 días con la organización de pequeños deudores, que aglutinaba a más de 15 mil personas víctimas de la usura bancaria y de organizaciones no gubernamentales que otorgaban microcrédito —a tasas de interés de más del 70 por ciento— con dinero de donación. La protesta develó prácticas abusivas contra gente, especialmente mujeres, de bajos ingresos.

En octubre de 2003, el movimiento instaló una huelga de hambre exigiendo la renuncia del entonces presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada; más de 400 personas de la clase media y alta de todo el país siguieron la medida, que fue determinante para caída del mandatario, luego de la revuelta protagonizada por los sectores más empobrecidos de la sociedad.

“Queremos todo el paraíso, no el 30% del infierno neoliberal”

Tras su nacimiento, Mujeres Creando necesitaba tener un espacio propio para ir generando un espacio social. En 1993 se abrió Carcajada, el primer centro cultural feminista y autogestionario en la ciudad de La Paz, dirigido al público en general. La sociedad paceña no entendió en ese momento el concepto de un espacio de mujeres, hasta hubo gente que intentó identificarlo con un burdel, por lo que el movimiento vivió una ola de hostilidad durante más de un año.

Sin embargo, Carcajada se consolidó como un lugar para aprender entre todas a construir una práctica social de articulación del trabajo manual, el trabajo intelectual y el trabajo creativo cultural. Ahí surgieron los primeros graffiti, que ya han sido compilados en dos libros —Grafiteadas y Mujeres Grafiteando— y también el periódico feminista Mujer Pública que tiene más de 100 números. Además, Mujeres Creando ha producido más de 10 publicaciones, entre las que podemos mencionar Machos, varones y maricones y Ninguna mujer nace para puta.

La producción literaria de Mujeres Creando se distribuye directamente en su sede, pero también en los espacios de “intelectuales” que el movimiento cuestiona. Ese es el caso, desde hace diez años, de la Feria Internacional del Libro de la ciudad de La Paz.

Este año, por primera vez el grupo participó en la Feria Internacional de Libro que se realiza en la ciudad de Santa Cruz. Con el graffiti “Civismo rima con fascismo” a la entrada del puesto, Mujeres Creando interpeló a la élite política de esa urbe, y abrió un espacio de discusión para las mujeres que viven bajo la fuerte presión de la industria de la belleza que se ha instalado en esa región oriental del país.

El movimiento feminista también ha incursionado en la producción audiovisual con dos series —Creando Mujeres y Mamá no me lo dijo—, dirigidas por María Galindo, que contaron con el respaldo de la cadena privada Periodistas Asociados en Televisión (PAT) y, luego, con la televisión pública. Ambas series fueron difundidas internacionalmente en algunas de las incontables actividades en las que participó Mujeres Creando en diferentes países de América y Europa.

“En árabe, aymara y castellano, mujer quiere decir dignidad”

El año 2005 Mujeres Creando inaugura La Virgen de los Deseos, una casa autogestionaria que se constituye en un centro de formación de pensamiento feminista, de generación de actividades económicas y de construcción de relaciones de solidaridad con mujeres y hombres.

En la casa también hay atención médica gratuita, biblioteca escolar, librería, servicio de internet, sala de videos para la exhibición de películas feministas, aulas para la realización de talleres y un amplio comedor donde se realizan tertulias políticas y culturales.

Pero “la casa de las Mujeres Creando” es mucho más. Cobija a “Mujeres en Busca de Justicia”, un servicio legal directo y sin burocracia, que apoya a mujeres que han decidido salir del círculo de violencia. En un año de funcionamiento se han atendido más 800 casos.

Allá también se encuentra la guardería “Mi Mamá Trabaja”, un proyecto pedagógico feminista pensado para mujeres con proyectos de vida y en especial para trabajadoras del hogar y mujeres en situación de prostitución. Es el único espacio con tres turnos: mañana, tarde y noche. Ahí también niños y niñas reciben apoyo escolar.

El otro gran sueño que se hizo realidad en La Virgen de los Deseos es la Radio Deseo, el primer “medio social de comunicación” que le está dando un giro a la manera tradicional de hacer radiodifusión en Bolivia y que puede escucharse a través de la web: http://www.radiodeseo.com/.

* Helen Álvarez Virreira es periodista.
Publicado por LaMalaPalabra Enlaces a esta entrada Etiquetas: Cultura, graffitti, libros, literatura, radio
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